martes, 15 de septiembre de 2009

La princesa y el jeque


Él deseaba una esposa inocente…
Karim, sultán de Zangrar, estaba seguro de que su esposa sería una mujer obediente y amable… pero se encontró con una joven desafiante que llevaba fuego en los ojos.
Desde luego, tampoco sería virgen, pues era una princesa rebelde a la que nadie había conseguido amansar. Escondía secretos y se negaba a cumplir sus órdenes… ¡Era demasiado testaruda para casarse!
El problema era que el contrato matrimonial no podía romperse… debían consumar los votos. Fue entonces cuando el sultán descubrió que la princesa Alexandra de Rovina era en realidad una joven inocente…

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