Cuando la modelo australiana Charmaine donó una cena con ella como premio de una subasta benéfica no sospechaba quién sería el ganador. El príncipe Alí de Dubar seguía siendo el tipo arrogante a quien había rechazado un año antes, pero ahora no le quedaba otra opción que cenar con él... después de todo había pagado cinco millones de dólares por tal privilegio.
Pero las sorpresas no habían terminado. Charmaine se quedó de piedra cuando Alí le ofreció donar quinientos millones de dólares a la obra de caridad que ella eligiera si accedía a pasar una semana con él. Pero Alí no quería sólo su compañía, ¡también quería sus favores en la cama!
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