Juliana Mackay no podía dar crédito al último deseo de su madre moribunda: nada más ni nada menos que devolver todo el dinero recibido durante años de Duncan MacKenzie, el temible lord conocido como el Venado Negro y que también era el distanciado hermano de su difunto padre.
Un hombre cuya riqueza y poder Juliana despreciaba desde su más tierna edad, al considerar sus ayudas como insultantes migajas en comparación con la vida que les podría haber proporcionado como miembros de su propio linaje, en su imponente castillo de Eilean Creag.
Ignorante de toda la verdad sobre los motivos que habían separado a los dos hermanos, la orgullosa joven se dirigirá hacia los dominios de su tío con la intención de cumplir los deseos de su madre y olvidarse, de una vez por todas y para siempre, del maldito nombre de los MacKenzie. Pero un inesperado accidente al intentar rescatar una oveja de un lago dará al traste con sus planes: la hermosa Juliana será rescatada de las aguas, sin sin conocimiento y con un golpe en la cabeza que le hará olvidar sus objetivos y buena parte de su propia identidad, por un joven apuesto y valiente: Robbie MacKenzie, el hijo del Venado Negro que, después de una década, regresa a sus añoradas tierras de Escocia para cumplir con un viejo acuerdo de boda. Desde aquel primer encuentro, ambos sienten que su destino está a punto de cambiar para siempre.
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